La sopa de papa de mamá es un platillo tradicional que ha formado parte de la cocina casera en varios países de Latinoamérica durante generaciones. Su origen se remonta a las recetas hogareñas que incorporaban ingredientes simples y accesibles, como las papas y huevos, para crear una comida reconfortante y nutritiva. En distintos países latinoamericanos, esta sopa puede recibir nombres variados; por ejemplo, en México y Centroamérica, se conoce simplemente como sopa de papa, mientras que en algunos lugares de Sudamérica puede recibir nombres como "caldo de papa" o "crema de papa con huevo". La preparación suele variar un poco según las costumbres locales, pero mantiene la esencia de una sopa cremosa y sustanciosa que evocan el calor del hogar y el cuidado maternal.