El ruibarbo estofado es una receta tradicional que tiene sus raíces en la gastronomía europea, especialmente en países como Inglaterra y Alemania, donde el ruibarbo ha sido apreciado desde hace siglos. En Latinoamérica no es tan común el ruibarbo, pero en países como México y algunos lugares de Centroamérica se conoce y consume bajo el mismo nombre o simplemente como “el tallo rojo para postres”. El ruibarbo se caracteriza por su sabor ácido y refrescante, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para preparaciones dulces, como compotas o estofados, muchas veces combinado con frutas más dulces para equilibrar su acidez.
En diversas regiones de América Latina el ruibarbo no cuenta con una denominación popular diferente, pero su preparación suele adaptarse a los ingredientes locales. El estofado de ruibarbo es un claro ejemplo de un plato que, aunque originario de Europa, se ha integrado en distintas cocinas con variaciones en la elección de frutas y endulzantes, resaltando siempre el sabor fresco y ligeramente ácido del ruibarbo combinado con frutas como la manzana y las fresas.
Como preparar Ruibarbo estofado
Ingredientes: Ruibarbo fresco, manzana, naranja, fresas frescas, agua, azúcar granulada, yogur natural bajo en grasa y azúcar morena.
Cortar el ruibarbo en pedazos del tamaño de un bocado.
Pelar, quitar el corazón y cortar en rodajas finas la manzana.
Rallar la cáscara y exprimir el jugo de la naranja.
Combinar el ruibarbo, la manzana, la cáscara y jugo de naranja, el agua y el azúcar en una cacerola.
Cubrir y llevar a ebullición.
Reducir el fuego y cocinar a fuego lento 10 minutos o hasta que la fruta esté tierna.
Revolver ocasionalmente.
Retirar del fuego y agregar las fresas, si se desea.
Añadir más azúcar al gusto.
Servir tibio o a temperatura ambiente.
Cubrir con una cucharada de yogur y espolvorear azúcar morena.