Historia y Origen del Guiso de Arándanos
El guiso de arándanos es un postre tradicional que tiene sus raíces en la cocina norteamericana, en especial en regiones donde los arándanos crecen abundantemente como el noreste de Estados Unidos y Canadá. Este platillo surgió como una forma sencilla y reconfortante de aprovechar las bayas frescas durante la temporada de cosecha.
En Latinoamérica, aunque el arándano no es tan común en todas las regiones, el guiso guarda similitudes con otros postres caseros que combinan frutas y masas cocidas al vapor o al horno. En países como México o Argentina, este tipo de preparación puede asociarse con "dulce de frutas con repulgue" o "postres de frutas al vapor", aunque la denominación específica del guiso de arándanos no es tan frecuente.
En diferentes países latinoamericanos, los postres con bayas se conocen con nombres variados. Por ejemplo, en Chile se suelen preparar compotas de frutos rojos similares, mientras que en Colombia o Perú es usual encontrar recetas con frutas locales parecidas a los arándanos, llamados "mortiños" en la región andina. Sin embargo, el término "guiso de arándanos" es reconocido principalmente en contextos influenciados por la gastronomía anglosajona.
Como preparar Guiso de arándanos bajo en grasa
Este guiso de arándanos bajo en grasa es una opción deliciosa y ligera para disfrutar un postre frutal, ideal para quienes cuidan su ingesta calórica sin sacrificar sabor. El contraste entre las bayas dulces y la masa esponjosa crea un platillo acogedor, perfecto para servir calentito acompañado de helado.
Ingredientes:
Arándanos,
Azúcar morena clara,
Harina sin blanquear,
Harina integral para pastelería,
Polvo para hornear,
Sal,
Canela,
Nuez moscada,
Leche.
Preparación:
En una cacerola grande que no sea de aluminio, combina las bayas y 1/2 taza de azúcar morena.
Cocina a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, hasta que las bayas hiervan.
Mientras tanto, tamiza las harinas, polvo para hornear, sal, azúcar restante, canela y nuez moscada en un tazón mediano.
Agrega la leche, mezclando solo para humedecer.
Coloca las bolas de masa con una cuchara en las bayas hirviendo.
Cubre con una tapa ajustada.
Reduce un poco el fuego.
Cocina sin levantar la tapa, aproximadamente 15 minutos.
Para servir, con una cuchara grande, transfiere los dumplings a un tazón.
Rodea con las bayas.
Parte los dumplings con dos tenedores.
Sirve caliente, acompañando con helado de vainilla o postre congelado de vainilla sin lácteos.