La sopa cremosa de pollo es un platillo tradicional que ha formado parte de la gastronomía casera en muchos países desde tiempos remotos. Su origen se relaciona con las preparaciones campesinas y familiares donde aprovechar los ingredientes locales y técnicas simples resultaba fundamental para alimentar a la familia con comidas reconfortantes y nutritivas. En Latinoamérica, esta sopa se conoce comúnmente con variaciones en su nombre, como “caldo cremoso de pollo” en México, “sopa de pollo cremosa” en Argentina y “crema de gallina” en Perú, reflejando las adaptaciones regionales que se le han dado según los ingredientes disponibles y costumbres locales.
Este platillo se caracteriza por su textura suave y cremosa, que se consigue combinando caldo casero con trozos de pollo, verduras frescas y condimentos, creando una mezcla saborosa y reconfortante. La versatilidad de la receta permite añadir ingredientes adicionales según la preferencia de cada familia, manteniendo siempre su esencia de plato cálido y nutritivo que reúne a todos alrededor de la mesa.