La sopa caliente de frutas noruega, conocida localmente como "Fruktsuppe," es una receta tradicional que ha perdurado a través de generaciones en los países nórdicos, especialmente en Noruega. Esta sopa dulce, reconfortante y nutritiva, se prepara a base de frutas secas y especias, ideal para los meses fríos del norte. En Latinoamérica, aunque no existe una versión idéntica, platos similares se pueden encontrar con nombres como "sopa de frutas seca" o "postre de frutas caliente," adaptados con ingredientes locales según la región.
El origen de esta sopa se remonta a la época en que las frutas frescas eran escasas durante el invierno, por lo que las frutas deshidratadas se utilizaban para conservar el sabor y los nutrientes. La combinación de frutas secas, jugo y especias crea un platillo dulce que se disfrutaba tanto como un postre nutritivo como una bebida caliente reparadora. Su preparación sencilla y rica historia la convierten en una especialidad popular que celebra la herencia culinaria noruega.