La salsa de arándanos enteros es un acompañante tradicional muy popular que tiene sus raíces en las celebraciones de otoño en América del Norte, especialmente en Estados Unidos y Canadá. Esta salsa se asocia comúnmente con la cena de Acción de Gracias y Navidad, donde se sirve junto al pavo y otros platillos festivos. En distintos países de Latinoamérica, el arándano puede ser un fruto menos común, pero la preparación de salsas a base de frutos rojos es una práctica que se ha adaptado con ingredientes locales. En algunos lugares como México, se podría encontrar nombres similares para salsas hechas con frutas frescas, aunque la salsa específica de arándanos enteros es más reconocida bajo este nombre en la región norteamericana.
La receta tradicional destaca por su sencillez y sabor equilibrado entre dulce y ácido, que complementa muy bien platos salados. Además, en otros países de Latinoamérica, aunque no se use tanto el arándano, las salsas agridulces elaboradas con frutos rojos o moras tienen un rol similar en la gastronomía familiar y festiva. La preparación de la salsa de arándanos enteros ha trascendido fronteras gracias a su versatilidad y delicioso contraste de sabores.