La Tarta de Crema de Albaricoque: Historia y Origen
La tarta de crema de albaricoque es un postre tradicional que combina la delicadeza de los albaricoques frescos con una rica crema pastelera en una base crujiente. Su origen está ligado a la tradición europea, especialmente en la gastronomía francesa y alemana, donde las frutas de temporada se integran en repostería para resaltar su sabor natural.
En Latinoamérica, aunque el albaricoque no es una fruta tan común en todas las regiones, esta tarta es conocida y apreciada en países como Argentina, Chile y México. En algunos lugares se le llama “tarta de durazno albaricoque” o simplemente “tarta de albaricoque”, dependiendo de la fruta local que se use. En Chile es común encontrar versiones similares adaptadas a la fruta del verano.
Este postre ha trascendido fronteras por su sabor fresco y su textura equilibrada, siendo una opción popular tanto en celebraciones familiares como en cafeterías gourmet.
Como preparar Tarta de crema de albaricoque
Ingredientes: Harina Todo Uso, Azúcar Morena, Sal, Margarina, Vainilla, Agua Con Hielo, Crema Para Batir, Azúcar, Harina, Brandy, Yemas De Huevo, Albaricoques.
Pasos:
Para la corteza, mezcle harina, azúcar y sal en el procesador durante 5 segundos.
Agregue mantequilla, incorporándola con movimientos de encendido y apagado hasta que la mezcla parezca una harina gruesa.
Incorpore vainilla y suficiente agua para formar grumos húmedos.
Amasar brevemente la masa sobre la superficie de trabajo para combinar y aplanar en un disco.
Cubrir con plástico y refrigerar hasta que esté firme, al menos dos horas o media hora en el congelador.
Precaliente el horno a 375° F (190° C).
Extienda la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar un círculo de 13 pulgadas.
Transfiera a un molde para tarta de 11 pulgadas de diámetro con fondo removible.
Presione suavemente la masa en el molde, recortando el exceso.
Congele por 30 minutos.
Coloque el molde sobre una bandeja para hornear y hornee hasta que esté dorado claro, aproximadamente 25 minutos.
Si la corteza burbujea, pínchela con un palillo.
Enfríe la corteza.
Para el relleno: Combine crema, 1/4 de taza de azúcar, harina, brandy, yema y vainilla en el procesador y mezcle hasta que esté suave.
Coloque las piezas de albaricoque con el lado cortado hacia abajo en la corteza fría.
Vierta el flan sobre la fruta.
Espolvoree con las 3 cucharadas restantes de azúcar.
Hornee la tarta sobre la bandeja hasta que los albaricoques estén tiernos y el relleno esponjoso y firme, de 30 a 60 minutos.
Pruebe con un palillo.
Enfríe a temperatura ambiente.
Cepille desde el fondo del molde hacia arriba para liberar la tarta y sirva.