El pollo al horno con naranja es una receta que combina lo jugoso y tierno del pollo con la frescura y acidez característica de la naranja. Su origen se remonta a la influencia de la cocina mediterránea, donde los cítricos se utilizan para realzar el sabor de las carnes, especialmente el pollo. En diferentes países de Latinoamérica, este platillo puede variar en nombre; por ejemplo, en México se le conoce simplemente como "pollo a la naranja" y en Argentina se suele preparar con diferentes técnicas pero mantiene el acompañamiento cítrico. Esta receta es apreciada por su equilibrio entre dulzura y un toque ácido, lo que la hace muy popular en reuniones familiares y ocasiones especiales, resaltando la versatilidad del pollo en la gastronomía latinoamericana.
Como preparar Pollo al horno con naranja
Para comenzar, pela finamente la cáscara de 1 naranja y corta estas tiras en pedazos delgados que aportarán un aroma especial al plato.
Luego, ralla la cáscara de la otra naranja y exprime el jugo de ambas para utilizar en la salsa que acompañará el pollo.
A continuación, calienta el aceite de oliva en una sartén y agrega los trozos de pechuga de pollo sin hueso ni piel, dorándolos por ambos lados para sellar los jugos.
Retira el pollo de la sartén y mantenlo caliente mientras preparas la salsa.
Agrega la cebolla picada a la grasa que quedó en la sartén y fríela suavemente durante 5 minutos hasta que esté transparente.
Escurre cualquier exceso de grasa y luego incorpora la salsa Worcestershire, el agua, la pasta de tomate, las cáscaras y el jugo de naranja.
Lleva esta mezcla a ebullición y sazona ligeramente con sal y pimienta al gusto.
Forra un molde para hornear poco profundo con papel aluminio, dejando suficiente papel para que se solapen los bordes en el centro.
Coloca los trozos de pollo sobre el papel aluminio, vierte la salsa de naranja encima y cubre con más papel aluminio, asegurando los bordes doblándolos para que no se escape el vapor.
Hornea el pollo a 180 °C durante 1 hora para que absorba todos los sabores y quede tierno.
Para servir, retira el papel aluminio y vierte los jugos de la cocción sobre el pollo, disfrutando de una combinación deliciosa y aromática.