La polenta es un plato tradicional originario del norte de Italia, donde se ha consumido desde tiempos antiguos como una preparación sencilla y nutritiva a base de harina de maíz. A lo largo de los siglos, la polenta ha trascendido fronteras y se ha integrado en diversas culturas culinarias, especialmente en Latinoamérica. En países como Argentina y Uruguay, la polenta es muy popular y se suele servir tanto en forma cremosa como frita. En México se le conoce similarmente pero con variantes en su textura y acompañamientos, mientras que en Colombia y Venezuela a veces se encuentra en preparaciones parecidas llamadas “mazamorra” o “bobó” cuando lleva ingredientes adicionales.
Además de su versatilidad, la polenta es apreciada por su sabor neutro que combina bien con distintos ingredientes, especialmente hierbas frescas que le aportan aroma y frescura. En otras regiones de Latinoamérica, la polenta podría adoptar otros nombres o preparaciones, pero su base sigue siendo la harina de maíz cocinada en agua o caldo para formar una crema espesa y suave.