El pastel de carne de res al curry es una variante deliciosa y aromática del clásico pastel de carne, un plato que tiene orígenes muy antiguos y cuya variante con especias surge de la fusión cultural entre la cocina occidental y las influencias orientales del curry. En muchos países latinoamericanos, el pastel de carne es conocido simplemente como "pastel de carne" o "albóndiga al horno", aunque la versión con curry añade un toque único que lo distingue. Este platillo, popular en regiones donde se adoptaron especias del sudeste asiático, combina lo mejor de la tradición cárnica con sabores intensos y exóticos.
En países como México, Argentina o Colombia, el pastel de carne es un plato común en reuniones familiares, festividades y como comida reconfortante. Sin embargo, cuando se utiliza el polvo de curry en la mezcla, el platillo adquiere una identidad especial y puede encontrarse bajo nombres como "pastel de carne especiado" o "pastel de carne al curry". Esta receta es una excelente manera de experimentar con nuevas combinaciones de ingredientes sin perder la esencia de un platillo clásico.
Como preparar Pastel de carne de res al curry
Para preparar este sabroso pastel de carne al curry, necesitarás los siguientes ingredientes: pan casero, leche, carne de res, cerdo, cebolla, ajo, polvo de curry, sal, perejil fresco, huevos y pimienta.
Primero, quita las cortezas del pan y rasga el pan en pedazos pequeños. Luego, deja remojar el pan en leche para que se humedezca y se integre fácilmente con la carne.
En un tazón grande, mezcla juntos el pan remojado y los ingredientes restantes: la carne de res y cerdo, cebolla picada, ajo, polvo de curry, sal, pimienta, perejil fresco y huevos. Asegúrate de que la mezcla quede homogénea y bien integrada.
Presiona ligeramente la mezcla en un molde para pan de 9"x5"x3", distribuyendo uniformemente para que tome forma.
Cubre el molde con papel aluminio y hornea en horno precalentado a 350°F (aproximadamente 175°C) durante una hora y media.
Una vez horneado, escurre los jugos de la bandeja para evitar exceso de líquido y para que el pastel mantenga su textura al servir.
Rebana el pastel para servirlo caliente y disfrutar cada porción bien sazonada y jugosa.
Si prefieres servirlo frío, deja el pastel en el refrigerador toda la noche para que tome consistencia y sabor.
