El pastel de manzana con crema es un postre tradicional que ha conquistado paladares alrededor del mundo por su combinación perfecta entre un relleno frutal jugoso y una textura cremosa que lo hace irresistible. Su origen se remonta a las recetas europeas de tartas de manzana, adaptadas con ingredientes locales en América Latina, dando lugar a múltiples variantes según la región. En países como México y Colombia, se conoce comúnmente como "pastel de manzana con crema", mientras que en Argentina y Chile puede llamarse “tarta de manzana con crema” o simplemente “tarta de manzana”. La versión con crema le aporta una suavidad adicional que lo diferencia de otros postres más secos y esponjosos.
Este postre no solo es un símbolo de reuniones familiares y celebraciones, sino que también refleja la riqueza de la tradición culinaria latinoamericana, donde la manzana aporta sabor y textura y la crema otorga un equilibrio dulce y cremoso. Su elaboración, aunque sencilla, requiere algo de dedicación para conseguir la masa adecuada y el relleno perfecto, lo cual garantiza un resultado delicioso y casero.
Como preparar Pastel de manzana con crema
Para preparar la masa del pastel, primero mezcla la levadura, la sal, 4 cucharadas de azúcar y 3/4 de taza de harina.
Agrega la mantequilla a la leche y calienta hasta que esté muy tibia.
Incorpora la leche gradualmente a la mezcla de harina y bate por 2 minutos.
Agrega el huevo y 1/2 taza de harina, luego bate con batidora eléctrica a alta velocidad por 2 minutos más.
Mezcla suficiente harina para formar una masa suave y amasa por 5 a 10 minutos, hasta que la masa esté brillante y elástica.
Coloca la masa en un recipiente engrasado y deja que suba por 1 hora o hasta que doble su volumen.
Luego, amasa la masa y colócala en un molde desmontable de 10 pulgadas bien engrasado, presionando la masa 1 1/2 pulgadas en los lados del molde.
Para el relleno, mezcla las manzanas con jugo de limón, canela, 1/4 de taza de azúcar y 2 cucharaditas de harina.
Arregla esta mezcla en filas sobre la masa dentro del molde.
En un recipiente aparte, bate juntos el queso crema, 1/2 taza de azúcar y el huevo hasta obtener una mezcla homogénea.
Esparce esta crema sobre las manzanas, cubriéndolas uniformemente.
Deja que el pastel suba en un lugar cálido por 1 hora antes de hornearlo.
Hornea a 350 grados Fahrenheit (aproximadamente 175 grados Celsius) por 30 minutos.
Este pastel es ideal para servir tibio, disfrutando de la combinación cremosa y dulce junto con la suavidad de las manzanas.