La focaccia es un clásico de la gastronomía italiana que data de la época de la Antigua Roma, donde se elaboraba como un pan plano y simple para acompañar comidas o rellenar con ingredientes frescos. Su nombre proviene del latín focus, que significa "hogar" o "fuego", haciendo referencia a su cocción tradicional en hornos de leña. En Latinoamérica, aunque la focaccia no es tan popular como en Italia, se ha ido adoptando en países como Argentina y Chile. En algunos lugares se la conoce simplemente como pan de pizza o pan plano, y se le da un giro con ingredientes autóctonos. Su versatilidad permite que se disfrute tanto como aperitivo, acompañamiento o base para sandwich.
Como preparar Focaccia con tomate y queso
Para iniciar esta receta, es importante tener en cuenta las instrucciones especiales para preparar la masa: si la masa está demasiado pegajosa por el aceite, agregar hasta 1/2 taza de harina por cucharadas hasta alcanzar la consistencia correcta.
Después de que la masa haya completado el primer levado, retirar del bol y desgasificar. Cubrir sobre una tabla ligeramente enharinada y dejar reposar entre 5 y 10 minutos.
Rociar un molde de 9x13x2 pulgadas con spray antiadherente o pincelar con aceite de oliva. Amasar brevemente la masa y extenderla en el molde, usando las manos para lograr una textura irregular.
Formar un borde bajo alrededor del perímetro de la masa y presionar la masa en las esquinas. Estos bultos y el borde permitirán que el relleno se mantenga en su lugar.
Pincelar la superficie con aceite de oliva. En este punto, se puede cubrir y dejar levar, y hornear, o continuar para agregar el relleno de tomate y queso.
Para el relleno, combinar pasta de tomate y salsa picante para espagueti, y extender esta mezcla sobre la masa. Luego, combinar los ingredientes restantes como prosciutto, queso mozzarella, cebolla verde y ajo, y distribuirlos uniformemente sobre la salsa.
Presionar suavemente los ingredientes en la masa, cubrir y dejar levar hasta que doble su tamaño.
Precalentar el horno a 190°C (375°F) y hornear durante 25 minutos o hasta que la superficie esté dorada y el queso fundido.
Al sacar del horno, deslizar la focaccia fuera del molde sobre una tabla para cortar. Se puede cortar en piezas pequeñas para aperitivos o en cuñas grandes para la cena.
Recuerda que este pan lleva casi hasta el tope del molde de 2 pulgadas, por lo que se puede cortar por la mitad para hacer pan de sándwich.