La mantequilla de pera especiada es una preparación tradicional que ha sido valorada en diversas culturas de Latinoamérica por su sabor único y su versatilidad en la cocina. Esta receta tiene sus raíces en la práctica ancestral de conservar frutas maduras mediante la cocción lenta y el uso de especias para realzar los sabores naturales. En países como México y Argentina, esta preparación suele conocerse simplemente como "mantequilla de pera", mientras que en otros lugares puede encontrarse bajo nombres similares como "confitura especiada de pera" o "dulce de pera con especias". El uso de especias como canela, jengibre y clavos no solo aporta un aroma envolvente, sino que también refleja la influencia de la gastronomía colonial y la adaptación regional a los ingredientes locales.
Esta conserva no solo es una excelente manera de aprovechar peras que han madurado en exceso, evitando desperdicios, sino que también ofrece una experiencia sensorial que combina el dulzor natural de la fruta con notas cálidas y aromáticas. Tradicionalmente, la mantequilla de pera especiada se disfruta untada en panes, acompañando quesos suaves o como complemento en postres, pero su uso se ha ido diversificando, adaptándose a las tendencias culinarias contemporáneas.
Como preparar Mantequilla de pera especiada ii
Esta pasta oscura tiene un sabor intenso. Es una manera estupenda de usar una canasta de peras muy maduras.
Lavar las peras, quitar los tallos y el corazón. Picar en trozos grandes.
Colocar en una cacerola grande de fondo grueso a fuego lento. Llevar a fuego lento, cubrir y cocinar por 30 minutos o hasta que estén tiernas, revolviendo a menudo.
Presionar la pulpa a través de un colador o molino de alimentos. Deberías tener aproximadamente 5 tazas de puré.
Regresar a la cacerola con miel, jugo y ralladura de naranja, azúcar, canela, jengibre, nuez moscada y clavos.
Llevar a ebullición, bajar el fuego a medio bajo y cocinar, sin tapar, por 45 a 60 minutos o hasta que se reduzca a la mitad y esté muy espesa. Revolver a menudo.
Para probar si está lista, colocar una cucharada en un platillo frío y sosteniéndolo sobre el fregadero, darle la vuelta. Si la mantequilla de pera está lista, no se caerá.
Verter en frascos calientes de 1 taza, dejando un espacio de 1/2 pulgada. Sellar con tapas de metal de dos piezas.
Procesar en una olla de agua hirviendo por 10 minutos. Retirar los frascos a una toalla doblada sobre la encimera y dejar enfriar por 24 horas.
Revisar los sellos, etiquetar y almacenar en un lugar fresco y oscuro.