El macaroni con queso es un plato clásico y reconfortante que tiene sus raíces en la cocina estadounidense, aunque su origen puede rastrearse hasta Europa, donde los platos de pasta con queso son tradicionales desde hace siglos. En Latinoamérica, este platillo es conocido simplemente como "macarrones con queso" o, en algunos países, "pasta con queso". En México, por ejemplo, es común encontrar versiones similares denominadas "coditos con queso". En otros países, como Argentina o Chile, el plato se disfruta como un acompañamiento o plato principal y varía en ingredientes y preparaciones, pero siempre mantiene su esencia cremosa y cálida.
El macaroni con queso ha evolucionado con el tiempo, pasando de ser una comida sencilla y económica a un plato con muchas variaciones gourmet. Es muy valorado por su textura suave y sabor intenso a queso, y su versatilidad permite adaptarlo para que sea más saludable y bajo en grasa, sin sacrificar su cremosidad y sabor. Esta versión que presentamos utiliza ingredientes bajos en grasa, perfectos para quienes desean cuidar su salud sin renunciar a este clásico tan delicioso.
Como preparar Macaroni con queso cremoso y bajo en grasa
Para preparar este macaroni con queso cremoso y bajo en grasa, comenzaremos por engrasar una fuente para hornear de dos cuartos con spray antiadherente.
Cocina los macarrones según las instrucciones del paquete, asegurándote de que queden al dente.
Escurre los macarrones, reservando dos cucharadas del agua de cocción para darle humedad a la mezcla.
En un bol grande, mezcla los macarrones con el agua de cocción reservada, el queso Monterey Jack bajo en grasa, el queso cottage descremado, la crema agria descremada, la leche descremada, la cebolla picada, la clara de huevo, la margarina ligera, el cereal sabor queso, la mostaza en polvo y los pimientos negro y rojo hasta que estén bien combinados.
Coloca la mezcla en la fuente para hornear previamente engrasada.
Espolvorea por encima las migajas de galleta sabor mantequilla reducidas en grasa y un poco de pimentón para darle color y sabor.
Cubre la fuente y hornea la cazuela a 350 grados Fahrenheit durante 25 minutos.
Destapa la fuente y hornea por aproximadamente cinco minutos más o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
Sirve caliente y disfruta de un plato cremoso, delicioso y más saludable de macaroni con queso.