La tarta crujiente de frutas es un postre tradicional con raíces profundas en la cocina casera de muchas culturas, especialmente en Estados Unidos y Canadá, donde se popularizó durante el siglo XIX. En Latinoamérica, este tipo de postres se reconocen comúnmente como "crumble" o simplemente "tarta crujiente". Aunque la receta original suele llevar manzanas y frutos rojos, en varios países es común adaptar la fruta según la temporada y disponibilidad, usando duraznos, manzanas, peras o frutos del bosque.
El nombre y variaciones cambian ligeramente según la región. Por ejemplo, en México y Centroamérica podría conocerse como "postre de frutas con costra" o "tarta crujiente", mientras que en Argentina y Chile se usa la palabra "crumble" en su forma original o se le añade algún término descriptivo como "crumble de durazno". Este postre es valorado por su sencillez y sabor casero, que combina la suavidad de la fruta con la textura quebradiza y mantequillosa de la cobertura.