El guiso de bogrács es un estofado tradicional originario de Hungría, cuyo nombre proviene del caldero de hierro llamado "bogrács" en el que se cocina al aire libre, generalmente colgado sobre el fuego. Esta técnica de cocinar se remonta a los pastores húngaros que, al estar en el campo, utilizaban este tipo de calderos para preparar sus alimentos de manera práctica y sabrosa. En Latinoamérica, platos similares pueden encontrarse bajo distintos nombres y con variantes en ingredientes, como el "guiso de olla", "estofado" o incluso el "puchero", dependiendo del país y la región, pero la esencia del guiso cocido lentamente para obtener una carne tierna y un sabor profundo se mantiene constante.
El bogrács húngaro se caracteriza por el uso de pimentón, que le da un color vibrante y un sabor único, y por la cocción lenta, que permite que los sabores se mezclen intensamente. En países como México, Argentina o Colombia, aunque no se utilice precisamente un bogrács, el método de guisar la carne en calderos o cacerolas es muy popular, adaptando las especias y acompañamientos a los gustos locales.