El crujiente de pastel de calabaza es una deliciosa variante del tradicional pastel de calabaza que se ha ganado un lugar especial en la repostería de diversos países latinoamericanos. Originario de la gastronomía de Estados Unidos, especialmente popular durante el otoño y en celebraciones como el Día de Acción de Gracias, este postre combina la suavidad del relleno de calabaza con una capa superior crocante que lo hace irresistible. En distintos países de Latinoamérica, este platillo puede conocerse simplemente como "pastel de calabaza" o en algunas regiones como "pay de calabaza", aunque la versión crujiente añade un toque único con su cobertura anfitriona de textura y sabor. Su popularidad ha trascendido fronteras, adaptándose con ingredientes locales y tradiciones propias, reflejando así la riqueza culinaria de la región.
Como preparar Crujiente de pastel de calabaza
Precalienta el horno a 350°F.
Engrasa el fondo de un molde de 33x23x5 cm.
Combina calabaza, leche evaporada, huevos, azúcar, especias para pastel de calabaza y sal en un tazón grande.
Vierte en el molde.
Espolvorea la mezcla seca para pastel de manera uniforme sobre la mezcla de calabaza.
Agrega nueces pecanas encima.
Rocía con mantequilla derretida.
Hornea a 350°F por 50 a 55 minutos o hasta que esté dorado.
Deja enfriar completamente.
Sirve con crema batida.
Refrigera las sobras.
Para esta receta necesitarás mezcla para pastel amarillo, calabaza en pasta, leche evaporada, huevos, azúcar, especia para pay de calabaza, sal, nueces pecanas, mantequilla y crema batida. La combinación de estos ingredientes da como resultado un postre con un relleno cremoso y especiado, acompañado por un topping crujiente y mantecoso que aporta un contraste perfecto en cada bocado.