Historia y Origen
Las galletas biscotti son un clásico de la repostería italiana, originarias de la región de Toscana. Su nombre proviene del latín "bis coctus", que significa "dos veces cocido", y esto hace referencia a su método tradicional de preparación, que consiste en hornear la masa dos veces para obtener una textura crujiente y perfecta para acompañar bebidas calientes como el café o el vino.
En Latinoamérica, estas galletas son conocidas simplemente como "biscotti" o "galletas italianas", aunque en algunos países tienen sus propias variaciones y nombres locales. Por ejemplo, en México son populares las galletas duras o crocantes que se asemejan a los biscotti, mientras que en países como Argentina o Chile se enseñan y disfrutan recetas similares gracias a la influencia italiana en la gastronomía local.
Esta receta de chocolate y galletas biscotti con chispas de vainilla es una deliciosa fusión que combina el intenso sabor del cacao con la dulzura de las chispas de vainilla, aportando un toque especial y diferente a este tradicional postre.
Como preparar Chocolate y galletas biscotti con chispas de vainilla
Precalienta el horno a 350 grados Fahrenheit.
Rocía las bandejas para galletas con spray antiadherente para cocinar.
En un tazón mediano, combina la harina, el cacao y el polvo para hornear.
Mezcla bien.
En un tazón grande, combina el azúcar, el azúcar morena y la mantequilla.
Bate hasta que esté mezclado.
Agrega los huevos.
Bate bien.
Agrega la mezcla de harina.
Mezcla bien.
Incorpora las chispas de vainilla.
Con las manos rociadas, forma la masa en tres rollos de 7 pulgadas.
Coloca los rollos a 3 pulgadas de distancia en la bandeja para galletas rociada.
Aplana cada uno en un rectángulo de 7 x 3 pulgadas.
Hornea a 350 grados Fahrenheit por 22 a 28 minutos o hasta que estén firmes y ligeramente dorados.
Retira de la bandeja para galletas.
Coloca sobre rejillas para enfriar.
Enfría por 5 minutos.
Con un cuchillo de sierra, corta los rectángulos en rebanadas de 1/2 pulgada.
Coloca las rebanadas, con el lado cortado hacia arriba, en una bandeja para galletas sin engrasar.
Hornea a 350 grados Fahrenheit por 6 a 8 minutos o hasta que la superficie superior esté ligeramente seca.
Voltea las galletas.
Hornea por 6 a 8 minutos adicionales o hasta que la superficie superior esté ligeramente seca.
Retira de las bandejas para galletas.
Enfría por 15 minutos o hasta que estén completamente frías.
Guarda en un recipiente con tapa hermética.