El chili es un platillo emblemático de la cocina tex-mex que ha trascendido fronteras y se ha adaptado en diversos países de Latinoamérica bajo distintos nombres y estilos. Originario de la región de Texas en Estados Unidos, este guiso se caracteriza por su sabor intenso y su rica combinación de especias. En México, especialmente en el norte, suele prepararse con varias carnes y chiles, mientras que en otros países como Argentina y Chile, el platillo puede ser reconocido como un guiso o estofado de frijoles con carne y especias similares.
En Latinoamérica, el nombre y la forma de preparación varían: en Colombia y Venezuela se le conoce más como “guiso de frijoles picante”, mientras que en países como Perú o Ecuador puede parecerse a un estofado de legumbres con toque picante. La versión sin carne, como la que presentamos aquí, se adapta tanto para vegetarianos como para aquellos que buscan una opción más ligera sin perder el sabor auténtico del chili tradicional.
Como preparar Chili de misión sin carne
Ingredientes: Aceite de cártamo, diente de ajo, pimiento verde, apio, cebolla, zanahoria, calabacín, tomates con jugo, frijoles rojos, salsa de tomate, agua, polvo de chile, salsa picante, albahaca, orégano y pimienta negra.
Pasos:
Aderezo: mezcla maíz, cebollines picados y queso cheddar rallado o queso monterey jack, o una combinación, según prefieras; es opcional.
En una olla holandesa o una cacerola de 4-5 cuartos, calienta el aceite de cártamo.
Sofríe el ajo, pimiento verde, apio, cebolla, zanahoria y calabacín hasta que estén crujientes o tiernos, aproximadamente 3 minutos.
Mientras se cocina esta mezcla, agrega los demás ingredientes: tomates con jugo, frijoles rojos, salsa de tomate, agua, polvo de chile, salsa picante, albahaca, orégano y pimienta negra.
Lleva a ebullición a fuego alto y luego reduce a fuego medio.
Cubre la olla y cocina hasta que esté bien caliente, aproximadamente 5 minutos.
Decora cada porción con el aderezo si deseas.
Si quieres, coloca bajo el asador para derretir el queso.
Variaciones: puedes añadir media taza de anacardos crudos enteros; si recalientas el chili, añade líquido adicional, como agua, jugo de tomate o caldo de verduras para mantener la consistencia.