La historia y origen de la cazuela de chile con queso
La cazuela de chile con queso es un platillo tradicional que se encuentra en varias regiones de México y otros países de Latinoamérica. Su preparación puede variar, pero la base siempre incluye chiles, queso y una mezcla de ingredientes que crean un guiso reconfortante y lleno de sabor.
Este platillo tiene raíces indígenas y coloniales, mezclando productos nativos como el chile y el maíz con ingredientes traídos por los españoles, como los quesos y ciertas especias. En diferentes países latinoamericanos, esta receta puede encontrar variantes y nombres alternativos; por ejemplo, en algunos lugares de México también se le conoce como "chile relleno en cazuela", mientras que en Centroamérica puede tener variaciones en los ingredientes pero manteniendo la esencia del chile acompañado de un delicioso queso fundido.
La cazuela de chile con queso es apreciada por su sencillez y riqueza en sabor, convirtiéndose en un plato ideal para reuniones familiares o celebraciones, donde se busca compartir un alimento que sea tanto nutritivo como delicioso.
Como preparar Cazuela de chile con queso sencilla
Para preparar esta cazuela deliciosa y sencilla, necesitas los siguientes ingredientes: carne de res, cebolla, pimiento morrón, diente de ajo, frijoles pinto, salsa de tomate, salsa picante, comino, sal, tortillas de maíz, queso, lechuga, crema ácida y tomate fresco.
El primer paso consiste en dorar la carne con pimienta, cebolla y ajo para que tome un sabor intenso y aromático. Luego, es importante escurrir la mezcla para eliminar el exceso de grasa.
A continuación, agrega los frijoles, salsa de tomate, salsa picante, comino y sal a la carne dorada. Mezcla bien y cocina a fuego lento durante 15 minutos para que los sabores se integren completamente.
Después, coloca una pequeña cantidad de esta mezcla de carne en un molde para hornear de 13x9 pulgadas. Cubre con 6 tortillas de maíz para formar una capa base.
Sobres las tortillas, coloca la mitad restante de la mezcla de carne y espolvorea con queso. Repite esta operación para crear capas alternas de mezcla y queso.
Cubre bien el molde con papel aluminio para evitar que se reseque durante la cocción, y hornea a 350° Fahrenheit por 20 minutos.
Pasado este tiempo, quita el papel aluminio y cubre con el queso restante para que se gratine. Hornea sin cubrir por 5 minutos hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Finalmente, sirve la cazuela cubriéndola con lechuga fresca, tomate picado, crema ácida y una salsa picante adicional, al gusto, para darle un toque fresco y picante que complementa perfectamente los sabores del guiso.