Borscht es una sopa tradicional originaria de Europa del Este, especialmente popular en países como Ucrania, Rusia y Polonia. A lo largo de los años, esta receta ha trascendido fronteras y se ha adaptado en diferentes regiones, adquiriendo variantes únicas. En Latinoamérica, aunque no muy común en la cocina cotidiana, es conocida en comunidades con raíces eslavas y puede encontrarse bajo el mismo nombre o adaptaciones fonéticas como borsch o borshch. Esta sopa se caracteriza por su color rojo intenso, resultado del uso predominante de remolacha, y combina sabores terrosos y ligeramente ácidos, lo que la convierte en un plato reconfortante y nutritivo.
El borscht no solo es apreciado por su sabor, sino también por su valor cultural, siendo un símbolo de identidad para muchas familias en Europa del Este. Tradicionalmente, se sirve caliente y acompañado con crema agria y hierbas frescas, lo que realza su sabor. Su popularidad ha llevado a que en diferentes países se modifique agregando ingredientes locales, pero la esencia del borscht permanece intacta en cada versión.