El rollo de semillas de amapola es una deliciosa preparación que tiene sus raíces en la tradición culinaria de Europa Central, especialmente en países como Hungría, Polonia y Alemania, donde se conoce como "Mohnstrudel" o "Makowiec". En Latinoamérica, aunque no es tan común, ha sido adoptado y adaptado en diversas regiones con ingredientes locales y variantes en los rellenos. En países como México y Argentina, los postres con semillas de amapola mantienen la esencia del rollo original, mientras que en otros lugares puede encontrarse bajo nombres menos específicos pero igualmente apreciados por su sabor distintivo. Esta receta combina la suavidad de la masa con el sabor característico, ligeramente dulce y a nuez, de las semillas de amapola, convirtiéndola en un pastel ideal para acompañar el café o el té.
En algunas regiones de Latinoamérica, el rollo de semillas de amapola puede confundirse con otros tipos de pan dulce relleno, pero su característica fundamental es el uso de estas pequeñas semillas en abundancia dentro del relleno. Además, incorpora frutos secos y ralladuras cítricas que realzan su aroma y sabor. La preparación requiere tiempo y paciencia para que la masa leve perfectamente y para que el relleno conserve su textura untuosa, lo que garantiza que cada bocado sea una experiencia deliciosa y tradicional.
Como preparar rollo de semillas de amapola
Combina 1 1/2 tazas de harina y levadura seca activa en un tazón grande para mezclar.
Coloca la leche, mantequilla, azúcar y sal en una cacerola pesada a fuego bajo y calienta hasta que esté tibio.
Agrega gradualmente esta mezcla a la mezcla de harina, batiendo a baja velocidad hasta que esté bien mezclado.
Bate los huevos y agrégalos junto con 1/2 taza de harina y ralladura de limón.
Bate a alta velocidad durante 2 minutos.
Incorpora la mayor cantidad posible de la harina restante con una cuchara de madera para formar una masa suave.
Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amasa añadiendo la harina restante necesaria para obtener una masa moderadamente firme.
Continúa amasando aproximadamente 10 minutos, o hasta que la masa esté suave y elástica.
Coloca la masa en un tazón engrasado, gira para cubrir toda la superficie y cubre con un paño limpio.
Deja reposar en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante aproximadamente 1 a 1 1/2 horas, o hasta que doble su tamaño.
Para el relleno, coloca semillas de amapola, dátiles picados, almendras, pasas, ralladura de naranja, azúcar y harina en un tazón y mezcla hasta que estén bien cubiertos.
Derrite la mantequilla en una cacerola mediana a fuego bajo.
Bate la crema espesa y el huevo juntos con un tenedor hasta mezclar y agrégalos a la cacerola con un batidor de alambre.
Agrega la mezcla de semillas de amapola a la cacerola y revuelve constantemente hasta combinar bien.
Cocina a fuego bajo durante 3 minutos, revolviendo constantemente, luego retira del fuego y deja enfriar.
Engrasa una bandeja grande para galletas.
Desgasifica la masa y extiéndela sobre una superficie ligeramente enharinada formando un rectángulo de aproximadamente 14x16 pulgadas.
Extiende uniformemente la mezcla de semillas de amapola sobre la masa, dejando 1/2 pulgada libre en los bordes.
Empezando por uno de los extremos cortos, enrolla la masa estilo rollo de gelatina hacia el centro del rectángulo.
Gira la masa y enrolla el otro extremo corto para que ambos rollos se encuentren en el centro.
Aprieta ligeramente los rollos juntos para sellarlos.
Levanta con cuidado el rollo y colócalo con la costura hacia abajo en la bandeja preparada.
Cubre y deja reposar en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante aproximadamente 40 a 50 minutos, o hasta que casi doble su tamaño.
Precalienta el horno a 375°F (190°C).
Pincela el glaseado sobre el rollo y hornea de 35 a 40 minutos, o hasta que esté dorado.
Deja enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortar y servir.