El pretzel es un tipo de pan originario de Europa, con raíces que se remontan a la Edad Media, especialmente en regiones como Alemania y Austria. Tradicionalmente, los pretzels tienen una forma característica de lazo, la cual algunos cuentan que simboliza los brazos cruzados en actitudes de oración. En Latinoamérica, este pan se disfruta de diferentes maneras y bajo distintos nombres; en algunos países como México y Argentina, los pretzels también son populares, aunque frecuentemente se consumen como bocadillos salados o dulces. En Chile, por ejemplo, se les conoce comúnmente como “pretzels” o “pan trenzado” y suelen estar muy presentes en las celebraciones de Año Nuevo, como símbolo de buena suerte y prosperidad para el año que comienza.
Esta receta es una versión especial de pretzels para recibir el Año Nuevo, con un glaseado dulce y almendras que los hacen irresistibles, combinando lo tradicional con un toque festivo y delicioso.
Como preparar Pretzels de año nuevo
Calienta la leche y la mantequilla hasta que estén muy tibias.
Mezcla la levadura, la sal, el azúcar y 1 taza de harina.
Incorpora lentamente la mezcla a la leche tibia.
Bate durante 2 minutos para activar la levadura.
Agrega los huevos y 1 taza de harina.
Bate por 2 minutos adicionales hasta que todo esté bien integrado.
Añade suficiente harina para formar una masa suave.
Amasa hasta que la masa esté suave y elástica, aproximadamente 5 minutos.
Coloca la masa en un bol engrasado.
Deja reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen, aproximadamente 1 hora.
Presiona la masa para sacar el aire y deja que repose nuevamente hasta que doble su tamaño.
Divide la masa en dos partes iguales.
Forma el pretzel enrollando la masa en una cuerda de aproximadamente 75 cm de largo y 3.8 cm de diámetro.
Cruza los extremos dejando un lazo grande en el centro.
Dobla el lazo hacia atrás sobre los extremos cruzados para formar la forma clásica del pretzel.
Repite el mismo proceso con la masa restante.
Coloca los pretzels en bandejas para hornear engrasadas.
Deja que leven 15 minutos más para que aumenten un poco su tamaño.
Hornea a 190 grados Celsius durante 25 a 30 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Enfría los pretzels sobre rejillas para evitar que se humedezcan.
Para el glaseado, mezcla azúcar glas, agua y extracto de vainilla hasta obtener una consistencia líquida y suave.
Unta el glaseado cuidadosamente sobre cada pretzel y espolvorea almendras picadas al gusto.