El pastel de frutas dorado es una deliciosa preparación que tiene sus raíces en las tradiciones culinarias europeas, especialmente en las festividades navideñas. A lo largo del tiempo, esta receta se ha adaptado y popularizado en diversos países de Latinoamérica, donde recibe distintos nombres pero mantiene su esencia: un bizcocho cargado de frutas secas, confitadas y nueces que aportan un sabor único y una textura especial.
En países como México, se conoce comúnmente como "Rosca de Reyes" cuando se presenta en forma de pan dulce con frutas, aunque el pastel de frutas en su versión dorada suele ser una preparación más densa y horneada en molde. En Colombia y Venezuela, el pastel de frutas o "torta de frutas" se disfruta especialmente en fiestas y celebraciones sociales, donde se incorpora jugo de naranja y diversas frutas confitadas para darle su característico sabor. En Chile y Argentina, es común asociarlo con los postres tradicionales de invierno, similar al budín de frutas.
Este tipo de pastel es apreciado en toda Latinoamérica y el mundo por su versatilidad y la riqueza de sus ingredientes, que permiten conservarlo durante semanas sin perder calidad, lo que lo convierte en una opción ideal para compartir en fechas especiales.
Como preparar Pastel de frutas dorado I
Para preparar un delicioso pastel de frutas dorado, comienza por cremar la mantequilla y agregar azúcar gradualmente mientras continúas batiendo para obtener una mezcla ligera y esponjosa.
Incorpora los huevos uno a la vez, asegurándote de batir bien después de cada adición para integrar completamente los ingredientes.
Añade el jugo de naranja, las pasas sultanas, las cáscaras de naranja, limón y cedrón glaseadas, el coco y las nueces. Mezcla cuidadosamente para distribuir uniformemente las frutas y nueces en la masa.
En otro recipiente, cierne la harina junto con el polvo para hornear, bicarbonato de sodio y sal. Luego, incorpora estos ingredientes secos a la mezcla húmeda, integrando con movimientos envolventes para evitar que la masa pierda aire.
Vierte la preparación en un molde para pan previamente engrasado y forrado con doble papel encerado para asegurar una cocción uniforme y fácil desmolde.
Hornea a 275°F (135°C) durante 2 1/2 a 3 horas, hasta que al insertar un palillo éste salga limpio y la superficie tenga un color dorado intenso.
Deja enfriar el pastel en el molde durante 10 minutos para que se asiente y luego desmolda con cuidado.
Colócalo sobre una rejilla y permite que se enfríe completamente para evitar que la humedad quede atrapada y perjudique la textura.
Envuelve el pastel en plástico film para conservar su frescura y humedad adecuadamente.
Finalmente, almacena el pastel durante 3 a 5 semanas antes de servir, lo que permitirá que los sabores se intensifiquen y se desarrollen plenamente.
