El pastel de ruibarbo con fresa es un postre tradicional muy apreciado en diversas regiones, especialmente en Norteamérica. El ruibarbo, a pesar de no ser una fruta sino un tallo vegetal, se utiliza comúnmente en repostería por su sabor ácido que combina perfectamente con frutas dulces como la fresa. En Latinoamérica, este tipo de pastel puede encontrarse bajo diferentes nombres o versiones similares, aunque su popularidad no es tan marcada como en Estados Unidos o Canadá, donde es un clásico durante la primavera y el verano.
En países como México o Argentina, aunque no se encuentre con el nombre específico de pastel de ruibarbo con fresa, se pueden hallar dulces elaborados con ruibarbo y fruto rojo que comparten la base de este postre. El ruibarbo se ha incorporado a la gastronomía por su versatilidad y su capacidad para realzar los sabores, siendo una elección común en tartas y mermeladas.
Este pastel se caracteriza por una masa crujiente enrejada que cubre un relleno dulce y a la vez ligeramente ácido, gracias a la mezcla del ruibarbo con las fresas, lo que lo convierte en una opción irresistiblemente equilibrada para los amantes de los postres frutales.