El pastel de manzana es uno de los postres más emblemáticos de Estados Unidos y ha trascendido sus fronteras para convertirse en un clásico reconocido en muchos países. Originario de la tradición culinaria anglosajona, este postre se popularizó en Illinois, donde las manzanas ácidas cultivadas localmente le otorgan un sabor particular y delicioso. En Latinoamérica, este pastel puede encontrarse bajo diferentes nombres según la región: en México se le llama "pay de manzana", en Argentina y Uruguay simplemente "tarta de manzana", y en Colombia se conoce como "pastel de manzana". Todos comparten la esencia de este dulce con base de masa horneada rellena de manzana, pero cada territorio añade sus propios toques y variaciones que enriquecen la receta tradicional.
Como preparar Pastel de manzana de Illinois
Precalienta el horno a 450 grados.
Para la masa, combina harina y sal en un tazón para mezclar.
Incorpora la manteca con un mezclador de pastelería o con 2 cuchillos hasta que la mezcla sea uniforme.
Agrega agua.
Mezcla ligeramente con un tenedor hasta que la masa forme una bola.
Divide la masa en 2 partes.
Sobre una superficie ligeramente enharinada, extiende la masa inferior en un círculo de 1/8" de grosor y aproximadamente 1 1/2" más grande que un molde para tarta invertido de 9".
Con cuidado, coloca la masa en el molde para tarta sin estirarla.
Recorta el borde a nivel del molde para tarta.
Para el relleno de manzana: combina todos los ingredientes en un tazón para mezclar.
Revoluciona hasta mezclar bien.
Vierte en la base para tarta sin hornear.
Usa la mitad restante de la masa para hacer la cubierta superior, siguiendo las mismas instrucciones que para la masa inferior.
Coloca sobre la tarta rellena.
Recorta 1/2" más allá del borde del molde para tarta.
Dobla el borde superior debajo de la masa inferior.
Haz bordes decorativos al gusto.
Haz cortes o un diseño en la cubierta superior para permitir que escape el vapor.
Pinta la cubierta superior con leche.
Espolvorea con azúcar blanca.
Hornea a 450 grados durante 20 minutos.
Reduce la temperatura a 350 grados.
Hornea durante 25 a 30 minutos más o hasta que la masa esté dorada.
Deja enfriar y sirve.