El pastel de calabaza es un postre tradicional que tiene sus raíces en la cocina estadounidense, especialmente popular durante las festividades de otoño y el Día de Acción de Gracias. Su origen se remonta a los primeros colonos europeos en América, quienes aprovecharon la abundancia de calabazas locales para crear recetas nutritivas y sabrosas. En Latinoamérica, aunque no es tan común en todas las regiones, se reconoce y disfruta bajo distintas variantes. Por ejemplo, en México puede recordarse dentro de los postres de temporada que combinan ingredientes locales como la calabaza y nueces. En países como Argentina y Chile, se suele preparar con variaciones similares, aunque con nombres como "tarta de zapallo" o "empanada dulce de calabaza", dependiendo de la forma y los ingredientes adicionales. Este postre representa una perfecta fusión entre tradición y sabor, especialmente cuando se incorpora el dulce jarabe de arce y las nueces pecanas, elementos que le otorgan un toque especial y único.
Como preparar Pastel de calabaza con nuez y arce
Preparar la masa para tarta, según las instrucciones del paquete, para una tarta de una masa.
Refrigerar la masa restante para usar después.
Precalentar el horno a 425 grados.
Colocar la masa preparada en un molde para tarta de 10" con base removible o en un molde para tarta de 9".
Presionar la masa en el fondo y los lados del molde.
Recortar los bordes, si es necesario.
En un tazón grande, combinar todos los ingredientes del relleno, que incluyen harina, azúcar, canela, sal, pasas, nueces pecanas, relleno de calabaza para pie, leche evaporada, jarabe de arce y huevos.
Mezclar bien hasta obtener una preparación homogénea.
Con cuidado, verter en el molde forrado con la masa.
Hornear de 40 a 50 minutos o hasta que el cuchillo insertado en el centro salga limpio.
Dejar enfriar completamente antes de continuar.
En un tazón pequeño, batir la crema para batir hasta que forme picos suaves.
Incorporar el azúcar glas y el sabor a arce.
Batir hasta que se formen picos firmes.
Colocar o decorar la crema batida sobre el relleno del pastel.
Adornar con mitades de nuez pecana para un toque crujiente y decorativo.
Guardar en el refrigerador hasta el momento de servir.