El pastel de ángel es un postre tradicional que se disfruta en diversos países de Latinoamérica, conocido por su textura ligera y su sabor delicado. Su origen se remonta a Estados Unidos, donde se popularizó a principios del siglo XX como un pastel esponjoso hecho principalmente con claras de huevo, harina y azúcar. En diferentes países latinoamericanos puede recibir nombres variados o adaptaciones según ingredientes locales, aunque comúnmente se le conoce simplemente como "pastel de ángel" o "angel cake". Este tipo de pastel se distingue por su ligereza, ya que no utiliza mantequilla en su preparación, y suele acompañarse con cremas o frutas para potenciar su sabor.
El estilo Waldorf, en particular, se asocia con la ensalada Waldorf, que combina manzanas, apio y nueces, ingredientes que inspiran muchas variantes de postres y pasteles con un enfoque fresco y crujiente. En esta receta, el pastel de ángel se complementa con una mezcla de crema batida y almendras tostadas, agregando un toque elegante y cremoso que equilibra la suavidad del bizcocho con el crocante de las nueces. Es una opción ideal para celebraciones y ocasiones especiales, ofreciendo un postre que combina tradición y sofisticación culinaria.