El pan de especias es una receta tradicional con profundas raíces en la gastronomía europea, especialmente en Francia y Alemania, donde se conoce como "pain d’épices". Este pan aromático se ha popularizado en muchos países, adaptándose a ingredientes locales y sabores únicos. En Latinoamérica, aunque no es tan común con ese nombre, algunas variantes de pan especiado se encuentran en países como México, Colombia y Argentina, donde suele mezclarse con sabores otoñales como la calabaza o la calabaza de Castilla, y se disfruta especialmente durante festividades y épocas de frío.
El pan de especias para pastel de calabaza combina la suavidad y cremosidad de la calabaza en puré con especias cálidas y aromáticas como la canela, la nuez moscada y el clavo, creando un sabor característico que evoca el otoño y las celebraciones familiares. Su textura es húmeda y tierna, ideal para acompañar con una taza de café o té. Este pan también es una opción versátil que se puede servir como postre, desayuno o merienda.