Los nabos son un vegetal de raíz con una larga historia culinaria que se remonta a miles de años en regiones de Europa y Asia. En Latinoamérica, aunque no es tan común como en otros continentes, el nabo ha logrado conquistar paladares y adaptarse a las cocinas locales. En países como México se les conoce simplemente como "nabo", mientras que en otros lugares como Argentina o Chile se les puede llamar "rutabaga" o "colinabo" cuando se trata de variedades similares o híbridas. Este ingrediente ha sido apreciado por su textura firme y sabor ligeramente dulce y picante, y ha formado parte de platos tradicionales y modernos por igual.
Originariamente cultivados en la antigüedad como una fuente alimenticia robusta y de fácil cultivo, los nabos han trascendido culturas y se han incorporado en la gastronomía de diversas regiones, especialmente en preparaciones donde se busca un acompañamiento cremoso y suave. Su versatilidad es tal que puede ser cocinado al horno, hervido, o transformado en purés como los "nabos cremosos", que destacan por su textura delicada y sabor exquisito, ideales para acompañar carnes y platillos principales en una comida sofisticada o casera.
Como preparar nabos cremosos
Ingredientes: Nabos, Echalotes, Leche, Crema espesa, Mantequilla sin sal, Hojas frescas de tomillo, Sal, Granos de pimienta negra, Clavos de olor, Hojas de laurel, Harina de trigo, Pimienta blanca, Nuez moscada, Hojas frescas de perejil.
Pasos:
Pelar y cortar en cuartos los nabos.
En una cacerola grande con agua salada hirviendo cocinar los nabos hasta que estén tiernos, de 15 a 20 minutos, y escurrir en un colador.
En una cacerola pesada llevar la leche y la crema casi a punto de hervor y mantener caliente a fuego bajo.
Picar los chalotes.
En una olla pesada de 4 cuartos cocinar los chalotes en mantequilla a fuego medio bajo, revolviendo, hasta que estén suaves.
Agregar tomillo, sal, granos de pimienta, clavos y hojas de laurel y cocinar, revolviendo, 1 minuto.
Agregar harina y cocinar el roux, revolviendo, 3 minutos.
Batir toda la mezcla caliente de leche de una vez y llevar a ebullición a fuego medio alto, batiendo ocasionalmente, 15 minutos.
Colar la salsa a través de un colador fino en una cacerola pesada grande y desechar los sólidos.
Agregar a la salsa pimienta blanca, nuez moscada y sal al gusto.
Los nabos y la salsa pueden prepararse hasta este punto con un día de anticipación y mantenerse separados en recipientes cubiertos y refrigerados.
Regresar la salsa a fuego lento y agregar los nabos.
Cocinar la mezcla, tapada, a fuego medio bajo, revolviendo ocasionalmente, hasta que los nabos estén bien calientes.
Decorar los nabos con perejil.