Los waffles son una receta clásica que tiene sus raíces en la Edad Media europea, especialmente en países como Bélgica y Francia, donde se elaboraban utilizando moldes de hierro para darle su característica forma cuadriculada. Con el tiempo, esta deliciosa preparación se ha popularizado en gran parte del mundo, llegando a diferentes países de Latinoamérica, donde se conocen con el mismo nombre o variantes regionales, como "gofres" en algunos lugares. En México y otros países hispanohablantes, simplemente se les llama waffles, y suelen acompañarse con miel, frutas, crema o jarabes dulces.
La versatilidad de los waffles los hace ideales para el desayuno, brunch o incluso postres, y su preparación permite incorporar distintos ingredientes para darle un toque personal. Su textura crujiente por fuera y suave por dentro es el resultado de un proceso cuidadoso en la mezcla y cocción, que han convertido a los waffles en un favorito para todos los paladares.
Como preparar Los mejores waffles de la historia
Para comenzar, saca los huevos del refrigerador al menos una hora antes de preparar los waffles, para que tengan temperatura ambiente y se integren mejor en la mezcla.
Luego, separa los huevos inmediatamente, colocando las claras y yemas por separado.
En un bowl, mezcla la harina, el bicarbonato, el polvo para hornear, la sal, el azúcar y la canela para preparar los ingredientes secos.
En otro recipiente, bate las yemas de huevo junto con la leche común o suero de leche, la mantequilla derretida y la esencia de vainilla para formar la base líquida.
Incorpora cuidadosamente los ingredientes secos a la mezcla de huevo y leche, integrando todo hasta obtener una mezcla homogénea.
Por separado, bate las claras de huevo hasta que formen picos firmes, lo que ayudará a darle esponjosidad a tus waffles.
Agrega una pequeña cantidad de clara batida a la mezcla para aligerarla y después incorpora el resto con movimientos envolventes para mantener la textura aireada.
Tiene cuidado de no mezclar en exceso, ya que esto puede hacer que los waffles queden densos.
Precalienta la plancha para waffles mientras preparas la mezcla.
Engrasa ligeramente la plancha y coloca suficiente mezcla para cubrir casi toda la superficie.
Al cerrar la plancha, la mezcla se extenderá y tomará la forma característica del waffle.
Cocina hasta que estén listos y dorados, siguiendo las indicaciones de tu plancha para waffles.
Finalmente, sirve tus waffles acompañados con tus toppings favoritos, como frutas frescas, miel, jarabe de arce o crema batida para disfrutar de un desayuno espectacular.