El crumble de durazno y pacana es una deliciosa preparación que combina sabores dulces y texturas crujientes, originaria de la tradición culinaria estadounidense pero con influencias que se extienden a varias regiones de Latinoamérica. En Estados Unidos, este postre es conocido simplemente como "peach crisp", y se caracteriza por su sencilla preparación y su irresistible mezcla de frutas frescas con una cobertura de avena y nueces.
En países latinoamericanos, este tipo de postres adquiere distintos nombres y variantes según la zona. Por ejemplo, en México y Centroamérica se le suele llamar "crujiente de durazno" o "pay rústico sin base", mientras que en algunas regiones de Sudamérica, como Argentina y Chile, se lo puede conocer como "tarta crumble" o "tarta crocante de frutas". Cada cultura adiciona ingredientes autóctonos o técnicas propias, pero la esencia del postre se mantiene: fruta horneada con una cobertura dulce y crujiente.
Este postre es ideal para aprovechar frutas frescas de estación y en particular, la combinación de durazno con pacanas crea un contraste perfecto entre la jugosidad de la fruta y el crunch de las nueces. Es una receta acogedora que evoca sabores hogareños y momentos compartidos en familia.
Como preparar Georgia en mi mente crujiente de durazno y pacana
Porciones: 6
Preparar la fruta.
Precalienta el horno a 350 grados.
Rocía un molde para hornear de 2 a 3 cuartos con spray antiadherente.
Reserva.
En un tazón grande, mezcla duraznos y manzanas con néctar de albaricoque, jugo de naranja, vainilla, azúcar, harina, nuez moscada, jengibre y canela.
Coloca en el molde para hornear preparado.
Reserva.
Prepara una cobertura mezclando nueces pecanas, avena, harina y azúcar morena.
Agrega la mantequilla lentamente, mezclando la mezcla con un tenedor para hacer una cobertura arenosa.
Espolvorea la mezcla sobre la fruta.
Hornea hasta que los jugos de la fruta empiecen a burbujear, aproximadamente 30-40 minutos.
Deja enfriar por unos 15 minutos antes de servir.