Las enchiladas son uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana, con múltiples variantes que reflejan la diversidad cultural del país. Su origen se remonta a las civilizaciones prehispánicas, donde se consumían tortillas rellenas con diferentes ingredientes y acompañadas de salsas picantes. A lo largo del tiempo, las enchiladas han evolucionado y adoptado distintos nombres y preparaciones en América Latina. Por ejemplo, en países como Guatemala y El Salvador se las conoce también como "enchiladas", aunque su preparación puede variar ligeramente, mientras que en otros lugares, como Colombia, el término puede referirse a platos diferentes. Las enchiladas de espinaca son una variante moderna y saludable que incorpora ingredientes frescos y nutritivos, ideales para quienes buscan una opción deliciosa sin sacrificar el balance en su alimentación.
Esta receta en particular, llamada "Enchiladas de espinaca de Krystal", combina la suavidad de la espinaca y los champiñones con el toque ahumado del tocino, cubriendo todo con una cremosa salsa blanca que las convierte en un plato reconfortante y lleno de sabor. Son perfectas para cualquier ocasión, y pueden adaptarse para vegetarianos simplemente omitiendo el tocino.
Como preparar Enchiladas de espinaca de Krystal
Para comenzar, picar la cebolla y saltearla junto con la espinaca, los champiñones frescos y los chiles verdes hasta que estén tiernos y bien integrados.
Mientras se realiza esta mezcla, freír el tocino en una sartén aparte hasta que esté crujiente.
Una vez listo, agregar el tocino frito a la mezcla de espinaca y verduras salteadas y mezclar bien.
Ahora, preparar las tortillas colocando primero una capa de queso cheddar y encima un par de cucharadas de la mezcla salteada, para luego enrollarlas cuidadosamente.
Cuando todas las tortillas estén enrolladas, es momento de preparar la salsa blanca para cubrirlas.
En una cacerola pequeña, derretir la mantequilla a fuego medio.
Agregar la harina y revolver constantemente hasta eliminar todos los grumos y formar un roux.
Incorporar poco a poco la leche y seguir revolviendo hasta obtener una salsa espesa y homogénea.
Verter esta salsa blanca sobre las enchiladas ya acomodadas en un recipiente para horno, asegurándose de cubrirlas completamente.
Espolvorear una cantidad generosa de queso cheddar por encima para un gratinado perfecto.
Hornear durante aproximadamente 35 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
El tiempo puede variar según el horno, por lo que se recomienda vigilar durante los últimos minutos.
Este es un plato excelente para compartir, lleno de sabor y textura.
Es perfecto para vegetarianos si se excluye el tocino de la receta.
¡Disfruta!