La conserva de carne en salmuera es una técnica tradicional utilizada en diversas culturas para conservar la carne por largos periodos sin necesidad de refrigeración. Su origen se remonta a épocas en las que los métodos de conservación eran esenciales para la supervivencia, especialmente en regiones donde el acceso a hielo o frío era limitado. En Latinoamérica, este tipo de conserva recibe diferentes nombres dependiendo del país; por ejemplo, en México puede ser conocida como “carne en salmuera” o simplemente “carne encurtida”, mientras que en otros lugares como Colombia o Perú podría denominarse “carne en conserva” o “carne salada”. A lo largo del continente, esta práctica ha evolucionado combinando técnicas ancestrales con influencias europeas, especialmente en la selección de especias y procesos de fermentación, otorgándole un sabor único y tradicional a la carne conservada.
Este método no solo sirve para preservar la carne, sino que también aporta un sabor especial gracias a la mezcla de especias y el proceso de salmuera que penetra en la carne, transformando su textura y sabor. Además, es un recurso ideal para quienes disfrutan de preparar alimentos caseros con un toque artesanal y una larga duración en la despensa.
Como preparar Conserva de carne en salmuera
Para comenzar, coloque la falda de res en una olla grande y añada azúcar moreno, especias mixtas para encurtir, sal gruesa, salitre, hojas de laurel y suficiente agua para cubrir todos los ingredientes.
Lleve la mezcla a ebullición y manténgala durante 5 minutos para que los sabores se integren y el azúcar se disuelva completamente.
Después, deje reposar la preparación toda la noche para que se enfríe por completo y la carne absorba todos los ingredientes.
Al día siguiente, coloque la mezcla ya fría junto con la carne en una tinaja de 5 galones.
Agregue ajo en rodajas para aportar aroma y sabor adicional.
Asegúrese de que haya líquido suficiente para cubrir completamente la carne y evitar que se exponga al aire.
Coloque una tabla encima de la carne y luego una piedra para mantener todo sumergido bajo el líquido.
Para proteger la carne, coloque una gasa sobre la parte superior de la tinaja y átela bien para evitar la entrada de impurezas.
Ponga la tapa de la tinaja dejando un espacio suficiente entre esta y la gasa para permitir la circulación de aire.
Deje la conserva en reposo durante 12 días para que la fermentación y el proceso de conservación se realicen correctamente.
Al término de los 12 días, coloque la carne en agua fría durante 1 hora para eliminar el exceso de sal y suavizar la textura.
Finalmente, saque la carne del agua y séquela bien para prepararla para su consumo o almacenamiento.