El cheesecake es un postre que ha trascendido fronteras y se ha adaptado a diversas culturas culinarias alrededor del mundo. Aunque su origen exacto es difícil de precisar, se cree que las primeras versiones se remontan a la antigua Grecia, donde se preparaba un pastel elaborado con queso fresco, miel y harina para los atletas de los Juegos Olímpicos. Con el paso del tiempo, esta receta evolucionó y se popularizó en Europa, especialmente en Francia e Italia, hasta llegar a Estados Unidos, donde adquirió la forma y textura cremosa que conocemos hoy. En Latinoamérica, el cheesecake recibe diferentes nombres según el país; por ejemplo, en México se le llama "pastel de queso", en Argentina es conocido como "tarta de queso", y en Colombia simplemente "cheesecake". A pesar de las variaciones, la esencia del postre se mantiene: una base de masa con un relleno suave y cremoso de queso que puede combinarse con distintos sabores, siendo la vainilla uno de los más clásicos y apreciados.
Como preparar Cheesecake de vainilla horneado
Este cheesecake de vainilla horneado se destaca por su textura cremosa y delicado sabor, ideal para cualquier ocasión especial o simplemente para disfrutar un dulce casero. A continuación, te mostramos los pasos para preparar esta deliciosa receta usando ingredientes sencillos y un proceso accesible para todos.
Ingredientes:
Harina de trigo, sal, mantequilla, azúcar, huevo, agua con hielo, queso crema, aceite, huevos, maicena, extracto de vainilla, leche.
Preparación:
Cernir la harina y la sal en un tazón grande.
Usando un mezclador de masa o dos cuchillos, cortar la mantequilla hasta que esté distribuida uniformemente y la mezcla se parezca a migas de pan.
Con un tenedor, mezclar ligeramente el azúcar, el huevo y suficiente agua con hielo para hacer una masa.
Formar una bola y envolver en papel aluminio o plástico.
Refrigerar por 30 minutos.
Precalentar el horno a 350°F.
Sobre una superficie enharinada, extender la masa para que quepa en un molde para tarta de 10 pulgadas con fondo desmontable.
Colocar la masa en el molde sin estirarla.
Relleno:
Batir el queso crema, el aceite, el azúcar, las yemas de huevo, la maicena, la vainilla y la leche en un tazón grande hasta que esté suave.
Batir las claras de huevo hasta que estén firmes.
Incorporar suavemente a la mezcla de queso crema.
Verter en la base de masa.
Hornear de 50 a 60 minutos o hasta que un palillo de madera insertado en el centro salga limpio.
Apagar el horno.
Dejar enfriar el cheesecake en el horno con la puerta ligeramente abierta.
Sacar el cheesecake enfriado del molde y servir.