El cheesecake de praliné es una deliciosa variación del clásico pastel de queso que tiene sus raíces en la tradición culinaria estadounidense, donde el cheesecake es un postre muy popular. Este tipo de pastel se caracteriza por combinar la suavidad del queso crema con la textura crujiente y el sabor dulce de las nueces praliné, en este caso, las pacanas. En varios países de Latinoamérica, el cheesecake puede conocerse simplemente como "pastel de queso" o "tarta de queso", aunque la incorporación del praliné le da un toque distintivo y elegante. Su origen se remonta a la mezcla de técnicas europeas traídas por inmigrantes, fusionadas con ingredientes locales, creando así una receta que se ha popularizado en diversas regiones bajo diferentes nombres y presentaciones.
Como preparar Cheesecake de praliné
Para comenzar, combina las migas de galleta graham, el azúcar granulada y la margarina.
Presiona bien esta mezcla sobre el fondo de un molde desmontable de 9 pulgadas para formar la base.
Hornea el molde a 175 °C por 10 minutos para que la base tome consistencia.
Mientras tanto, en un recipiente aparte, combina el queso crema, el azúcar moreno oscura y la harina de trigo sin blanquear. Mezcla a velocidad media con una batidora eléctrica hasta que todo esté bien integrado.
Agrega los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición para evitar grumos.
Incorpora la esencia de vainilla para darle aroma y sabor.
Agrega las pacanas picadas, que aportarán el toque praliné y la textura característica a la receta.
Vierte la mezcla sobre la base ya horneada en el molde.
Hornea a 230 °C durante 10 minutos para fijar la superficie.
Reduce la temperatura del horno a 120 °C y continúa horneando por 30 minutos adicionales para asegurar que el cheesecake quede cremoso y bien cocido.
Una vez horneado, separa cuidadosamente el pastel del borde del molde con un cuchillo o espátula.
Deja enfriar completamente antes de retirar el borde del molde, esto evitará que se rompa el cheesecake.
Refrigera el pastel para que termine de tomar consistencia y el sabor se intensifique.
Antes de servir, pincela la superficie con jarabe de arce para aportar dulzura y brillo.
Decora finalmente con mitades de pacana para un acabado elegante y atractivo.