El cheesecake es un postre clásico apreciado en muchas culturas alrededor del mundo, con un origen que se remonta a la antigua Grecia, donde se elaboraba con ingredientes simples como queso y miel. A lo largo de los años, este dulce ha evolucionado y adoptado formas y nombres distintos en diversos países de Latinoamérica. Por ejemplo, en México es común encontrarlo simplemente como "pastel de queso", mientras que en Argentina se le conoce como "tarta de queso". En otros lugares como Colombia o Chile, se suele llamar igual que en inglés, cheesecake, debido a la influencia internacional. La adición de miel aporta un toque natural de dulzura que recuerda a las recetas ancestrales y le da un sabor único y delicado que distingue esta versión de las muchas variantes existentes.