El cheesecake es un postre clásico que se ha ganado el cariño de muchas culturas alrededor del mundo, y su popularidad ha trascendido fronteras. En Latinoamérica, este delicioso pastel tiene diversas variantes y nombres según el país. Por ejemplo, en México se le conoce comúnmente como pastel de queso, mientras que en países como Argentina y Chile conserva el nombre cheesecake, debido a la influencia anglosajona. La fusión con ingredientes locales ha dado lugar a creaciones únicas, como el cheesecake de macarons de coco, que combina la textura suave y cremosa del queso con el sabor tropical y crocante del coco tostado, una fruta muy apreciada en las regiones costeras de América Latina.
El origen del cheesecake se remonta a la antigua Grecia, donde ya se disfrutaba de un pastel de queso sencillo. Sin embargo, la versión tal como la conocemos hoy se popularizó en Estados Unidos. La inclusión de macarons y coco añade un toque francés y caribeño que eleva este postre a una experiencia gourmet. Esta combinación refleja la riqueza cultural y gastronómica de Latinoamérica, donde la influencia europea y la abundancia de ingredientes tropicales se mezclan para crear platos innovadores y llenos de sabor.