El cheesecake es un postre clásico que ha conquistado paladares alrededor del mundo, con diversas variantes dependiendo de la región. Originario en sus versiones más antiguas de la antigua Grecia, este dulce ha evolucionado hasta convertirse en un ícono de la repostería moderna. En Latinoamérica, el cheesecake también es muy popular, aunque puede recibir diferentes nombres como "tarta de queso" en países como Argentina y Chile, o simplemente "pastel de queso" en México. La variante con kiwi de Nueva Zelanda destaca por su frescura y sabor único, ya que el kiwi es una fruta emblemática de esta región y aporta un toque ácido y dulce que equilibra la cremosidad del queso.
Esta versión combina la textura suave y cremosa del queso crema con una base crujiente de galleta Graham, coronado con una fresca capa de kiwi que aporta un contraste perfecto. Es ideal para quienes buscan un postre refrescante y con un toque exótico, perfecto para celebraciones o como cierre especial de una comida.
Como preparar Cheesecake de kiwi de Nueva Zelanda
Precalienta el horno a 350°F.
Coloca las migas en un tazón para mezclar y agrega la mantequilla y el azúcar.
Mezcla bien.
Presiona la mezcla en el fondo y parcialmente a los lados de un molde desmontable engrasado de 9 pulgadas.
Alisa la mezcla de migas en el fondo para que tenga un grosor uniforme.
Hornea por 10 minutos en el horno precalentado.
Deja enfriar antes de rellenar.
Cheesecake: precalienta el horno a 350°F.
En un tazón grande para mezclar, bate juntos el queso crema, la leche, la sal y la vainilla hasta que estén bien mezclados.
Agrega los huevos y el azúcar y continúa batiendo hasta que sea ligero y cremoso.
Vierte la mezcla en la base preparada y hornea por 35 minutos, o hasta que esté ligeramente dorado.
El pastel debe estar firme en el centro.
Saca el pastel del horno y deja enfriar por 10 minutos.
Prepara la cobertura mezclando la crema agria, el azúcar y la vainilla.
Extiende la cobertura sobre la parte superior del pastel.
Regresa el pastel al horno y hornea por 15 minutos más.
Deja enfriar a temperatura ambiente.
Luego refrigera hasta que esté frío.
Justo antes de servir, decora la parte superior del pastel con rebanadas de kiwi.