La cazuela es un plato tradicional que forma parte de la gastronomía en varios países de Latinoamérica, destacándose por su versatilidad y sabor reconfortante. Este tipo de guiso suele prepararse con diferentes ingredientes según la región, pero siempre manteniendo la esencia de una preparación sencilla y nutritiva. En países como Chile y Argentina, la cazuela se conoce como una especie de sopa o estofado casero que suele incluir carnes, verduras y hierbas aromáticas, ideales para los días fríos.
El uso de pollo y calabacín en la cazuela es muy común, ya que son ingredientes accesibles y saludables que aportan textura y frescura al plato. En México, la preparación similar puede encontrarse bajo nombres como “caldo de pollo con verduras”, mientras que en Perú, aunque la denominación cambia, también se utiliza este tipo de combinación de ingredientes para platos familiares. El romero, por su parte, es una hierba que aporta un aroma característico, muy apreciado en la cocina mediterránea y adoptado en diversas recetas latinoamericanas para darle un toque especial al guiso.
Como preparar Cazuela de pollo con calabacín amarillo y romero
Precalienta el horno a 450 grados.
Sazona el pollo con sal, pimienta de cayena y una pizca de azúcar.
Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una fuente grande para asar a fuego alto.
Agrega los pollitos, con la piel hacia abajo, y saltea hasta que estén dorados, aproximadamente de 4 a 6 minutos.
Dales la vuelta y agrega el ajo, las rodajas de calabaza y calabacín, la hoja de laurel, el romero, la ralladura de lima y la sal.
Rocía 1 cucharada de aceite de oliva sobre la cazuela y mezcla con cuidado.
Coloca la fuente en el horno y asa durante 15 a 20 minutos, mezclando 2 o 3 veces.
Coloca las rodajas de tomate en un tazón.
Sazona con sal, una pizca de pimienta de cayena y azúcar.
Mézclalas con 1 cucharada de aceite de oliva y el jugo de lima y extiéndelas sobre la cazuela de pollo y calabaza.
Cocina por 5 a 7 minutos más.
Desecha la hoja de laurel y las ramitas de romero, transfiere el pollo y la guarnición a una fuente grande para servir y mantén caliente.
Agrega el caldo de pollo o agua a los jugos de la fuente y cocina a fuego medio por 3 a 4 minutos.
Añade la cucharada restante de aceite de oliva, mezcla bien y cuela la salsa.
Coloca los pollos en una fuente.
Distribuye las verduras sobre ellos.
Sirve la salsa uniformemente sobre el platillo caliente.