Los biscotti son galletas tradicionales originarias de la región de Toscana en Italia, conocidas por su textura crocante y su característica forma alargada. Aunque su nombre significa literalmente "dos veces horneados" en italiano, en Latinoamérica suelen recibir diferentes nombres y adaptaciones culinarias según cada país. Por ejemplo, en México y Chile se les conoce comúnmente como "galletas tostadas", mientras que en Argentina se les suele llamar simplemente "biscottis" o "galletas secas". Estas galletas tienen una larga historia que se remonta a la antigüedad, cuando eran consumidas por soldados y viajeros debido a su gran durabilidad.
Con el tiempo, la receta se ha ido modificando para incluir diversos ingredientes, como frutos secos, especias y diferentes tipos de harinas, adaptándose al gusto local y a ingredientes disponibles. Una versión moderna y saludable que ha ganado popularidad es el biscotti de avena y miel, que combina el sabor dulce natural de la miel con la textura rústica y nutritiva de la avena, aportando una opción deliciosa y nutritiva para los amantes de las galletas.