bizcochos de soletilla

Bizcochos de soletilla, también conocidos como lenguas de gato en algunas regiones de Hispanoamérica, son unos bizcochos ligeros y esponjosos elaborados principalmente con harina, huevos y azúcar. Su textura aireada y suave los convierte en un ingrediente ideal para postres como el tiramisú, el pionono o las charlottas, donde funcionan tanto para aportar estructura como para absorber sabores.

Estos bizcochos tienen su origen en la repostería europea, especialmente en Italia y Francia, donde se emplean desde hace siglos en la preparación de dulces tradicionales. Su nombre "soletilla" hace referencia a su forma alargada y delgada, semejante a una lengüeta o suela pequeña.

Entre sus propiedades destacan su bajo contenido de grasa y su mayor aporte de carbohidratos simples, lo que los hace energéticos pero ligeros. Al no contener grasas añadidas, son ideales para recetas en las que se combinen con cremas y licores, ayudando a equilibrar texturas y sabores.

En diferentes países de habla hispana se les puede denominar también como bizcochos de soleta o simplemente soletas, aunque "bizcochos de soletilla" es el término más común y reconocido.