Las galletas de levadura son una deliciosa preparación que tiene sus raíces en la tradición panadera de diversas regiones latinoamericanas. Originalmente, estas galletas surgieron como una manera de aprovechar la levadura natural para obtener una textura suave y un sabor ligeramente fermentado, muy distinto al de las galletas convencionales. En distintos países de Latinoamérica, este dulce puede recibir nombres variados; por ejemplo, en México suelen denominarse "galletas de levadura", mientras que en algunas regiones de Centroamérica se las conoce como "panquecitos fermentados" o simplemente "galletas de masa fermentada". Su historia está ligada a la influencia europea en la cocina americana, donde la fermentación era un método común para mejorar la esponjosidad y conservación de los productos horneados.
Este tipo de galletas es apreciado especialmente en desayunos y meriendas, ya que su suavidad y sabor único combinan perfectamente con mermeladas, mantequilla o simplemente acompañadas de un café o té. A lo largo del tiempo, esta receta ha sido adaptada y transmitida de generación en generación, manteniendo viva la tradición de preparar unas galletas caseras que destacan por su textura ligera y crujiente en el borde, gracias al uso de levadura junto con otros agentes leudantes.