Las Spanish peanut cookies, conocidas en varios países de Latinoamérica bajo nombres similares como "galletas de maní" o "galletas de cacahuate", son una deliciosa tradición que combina ingredientes sencillos con texturas únicas. Aunque su nombre sugiere un origen español, esta receta tiene una interesante trayectoria que probablemente se remonta a la fusión de técnicas de repostería europea con ingredientes autóctonos americanos como el maní o cacahuate. En México, por ejemplo, estas galletas suelen incluir avena y coco para aportar un sabor y consistencia especiales, mientras que en otros países, como Argentina o Chile, se pueden encontrar variantes que incorporan ingredientes locales o diferentes tipos de nueces. Este tipo de galletas es muy popular en reuniones familiares y épocas festivas, ya que su sabor tostado y dulce encaja perfectamente con el café o el té.
La combinación de maní salado con el toque dulce del glaseado hace que estas galletas sean irresistibles para niños y adultos por igual. Por ello, forman parte del recetario casero en muchas regiones, manteniendo vivas tradiciones y adaptándose a los gustos de cada país. Además, su preparación sencilla las convierte en una excelente opción para quienes están empezando a incursionar en la repostería.
Como preparar Spanish peanut cookies
Para comenzar la preparación de estas deliciosas galletas, mezcla en un recipiente la harina, el polvo para hornear y el bicarbonato de sodio. Una vez integrados, reserva esta mezcla para más tarde.
En otro bol, bate la mantequilla junto con el azúcar morena hasta obtener una consistencia cremosa y suave. Luego, añade el huevo y bate bien para que se incorpore completamente.
Agrega poco a poco los ingredientes secos que reservaste, mezclando cuidadosamente después de cada adición para evitar grumos.
Incorpora la avena, el coco rallado, los cacahuates salados y los copos de maíz, mezclando hasta que todo quede bien integrado en la masa.
Usando una cuchara, coloca porciones redondeadas de masa en una bandeja para galletas sin necesidad de engrasarla, dejando espacio entre cada una.
Hornea las galletas a 350°F (aproximadamente 175°C) durante 12 a 15 minutos o hasta que estén doradas y firmes al tacto.
Mientras las galletas se enfrían, prepara el glaseado derritiendo mantequilla en un recipiente pequeño.
Añade azúcar glas, agua caliente y jugo de limón fresco, batiendo hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Finalmente, rocía el glaseado sobre las galletas ya frías para darle un toque final dulce y brillante. Deja que se endurezca un poco antes de servir.