La historia de la Sopa en blanco y negro
La Sopa en blanco y negro es una receta tradicional que combina dos sabores muy característicos: el queso y los frijoles negros. Su origen se remonta a las cocinas caseras de México, donde los ingredientes frescos y los sabores intensos son la base de muchas preparaciones. Esta sopa destaca por su contraste visual y gustativo, reunidos en un mismo plato.
En varios países de Latinoamérica, esta receta puede recibir diferentes nombres y variaciones. Por ejemplo, en algunas regiones de México se le conoce simplemente como "sopa bicolor" o "sopa de queso y frijol". Mientras que en países como Guatemala o El Salvador, la mezcla de quesos con frijoles suele presentarse en diferentes formas, aunque no siempre en sopa.
La combinación del sabor cremoso del queso con la intensidad de los frijoles negros refleja la fusión gastronómica entre las tradiciones indígenas y la influencia europea en la cocina latinoamericana. Esta sopa es ideal para quienes buscan una preparación reconfortante, nutritiva y llena de sabor.
Como preparar Sopa en blanco y negro
Ingredientes:
Mantequilla, Pimiento Rojo, Pimiento Amarillo, Pimiento Verde, Cebolla, Ajo, Harina Todo Uso, Caldo de Pollo, Leche Entera, Crema Para Batir, Queso Cheddar Blanco Fuerte, Sopa de Frijol Negro, Salsa de Tomatillo, Crema Agria.
Para la sopa de queso: derretir la mantequilla en una olla grande y pesada a fuego medio.
Agregar pimientos, cebolla y ajo.
Sofreír las verduras hasta que estén tiernas, aproximadamente 6 minutos.
Agregar harina y revolver durante 2 minutos.
Incorporar el caldo con un batidor, luego la leche y la crema.
Cocer a fuego lento hasta que espese ligeramente, revolviendo constantemente, aproximadamente 3 minutos.
Agregar el queso gradualmente, 1/2 taza a la vez, revolviendo después de cada adición hasta que se derrita y quede suave.
Sazonar al gusto con sal y pimienta.
Para servir, verter simultáneamente una generosa 1/2 taza de sopa de queso y una generosa 1/2 taza de sopa de frijoles negros en platos poco profundos, dejando que las sopas se encuentren en el centro.
Cubrir con salsa de tomatillo y crema agria.