La sopa de maní es un plato tradicional que tiene raíces profundas en diversas culturas alrededor del mundo, y en Latinoamérica también cuenta con variantes que realzan este delicioso ingrediente. En países como Perú, se le conoce como "sopa de maní", mientras que en Bolivia es un plato emblemático que suele combinarse con carne y verduras. En otros países de la región, esta sopa a menudo adquiere nombres locales y variantes según los ingredientes disponibles, pero el maní o cacahuate siempre es el protagonista indiscutible. En el estado de Virginia, Estados Unidos, esta sopa ha sido adoptada y adaptada, tomando un carácter particular gracias a la influencia de la cocina sureña, ofreciendo una preparación rica y cremosa, ideal para el clima templado de la región.
El origen de la sopa de maní se remonta a las cocinas africanas y sudamericanas, donde el maní es un ingrediente esencial por su sabor y valor nutricional. En Virginia, esta receta ha evolucionado combinando técnicas y sabores locales, siendo hoy una opción reconfortante y nutritiva para quienes buscan disfrutar de un plato sencillo pero lleno de historia y sabor.