La salsa agridulce es una preparación clásica que tiene sus raíces en la cocina china, reconocida por combinar sabores que contrastan pero se complementan perfectamente. Este tipo de salsa ha sido adoptada y adaptada en varios países de Latinoamérica, donde su nombre puede variar; por ejemplo, en México a menudo se le conoce simplemente como salsa agridulce, mientras que en países como Argentina o Colombia también se le llama salsa agridulce o salsa dulce y ácida, dependiendo de la región. Esta salsa surgió como una manera de equilibrar lo salado con lo dulce y lo ácido, ofreciendo una experiencia gustativa única que realza platos como carnes, mariscos y vegetales fritos.
Aunque su origen está ligado a la gastronomía asiática, la salsa agridulce se ha globalizado y cada país ha introducido sus propias variaciones usando ingredientes locales, adaptando esta deliciosa combinación a sus paladares y tradiciones culinarias. En Latinoamérica, su uso es muy popular especialmente para acompañar pollo frito, albóndigas y platos con arroz.