Los scones son una tradicional preparación de la cocina británica que se ha popularizado en diversos países del mundo, especialmente en Latinoamérica, donde se disfrutan durante la hora del té o como parte del desayuno. Originarios de Escocia, estos pequeños panes rápidos se caracterizan por su textura tierna y ligeramente hojaldrada. En distintos países latinoamericanos, los scones pueden ser conocidos simplemente como "panecillos" o "bollos dulces", y a menudo se adaptan con ingredientes locales para crear variaciones únicas.
Si bien la receta clásica acompaña perfectamente mermeladas, mantequilla o crema batida, su sencillez permite muchas combinaciones, desde scones dulces con frutas hasta versiones saladas. La tradición inglesa de la hora del té ha sido un vehículo perfecto para que este pan pequeño alcance gran popularidad, transformándose en un símbolo de momentos de pausa y disfrute.
Como preparar Scones para la hora del té
En un tazón grande, combina harina, azúcar, polvo de hornear, bicarbonato de sodio y sal.
Con un mezclador de repostería o dos cuchillos, incorpora la mantequilla hasta que la mezcla tenga una textura similar a migas gruesas.
En un tazón separado, combina huevo, suero de leche y vainilla.
Con un tenedor, mezcla con los ingredientes secos para formar una masa suave.
Forma una bola.
Vuelca sobre una superficie ligeramente enharinada.
Amasa ligeramente 10 veces.
Con las manos ligeramente enharinadas, aplana la masa en un círculo de 1/2 pulgada de grosor.
Con un cortador de galletas de 2 1/2 pulgadas,
Corta la masa en círculos, juntando los restos hasta usar toda la masa.
Coloca los círculos en una bandeja para hornear ligeramente engrasada.
Hornea en horno a 425°F durante 12 a 15 minutos o hasta que estén dorados y hayan subido.
Deja enfriar sobre rejillas.
Sirve caliente.
Ingredientes: Harina, azúcar, polvo para hornear, bicarbonato de sodio, sal, mantequilla, huevo, leche agria y vainilla.