El Sándwich Montecristo es una deliciosa preparación que tiene sus raíces en la cocina estadounidense, aunque su inspiración proviene del tradicional croque-monsieur francés. Este sándwich combina ingredientes sencillos para crear un platillo lleno de sabor y textura. En varios países de Latinoamérica, aunque su nombre principal es Montecristo, también se le conoce como sándwich mixto o sándwich gratinado, dependiendo de la región y los ingredientes específicos que se utilicen.
Su origen se remonta a la influencia europea en la gastronomía americana, adaptándose a los gustos locales y a los productos disponibles. La combinación de pan brioche, quesos y embutidos con la técnica de sumergir el sándwich en huevo batido y crema lo convierte en una opción clásica para desayunos, almuerzos o cenas ligeras. Su fama ha trascendido fronteras y hoy en día es muy popular en países como México, Argentina y Colombia, donde cada uno aporta su toque personal a la receta.
Como preparar Sándwich Montecristo
Para preparar este exquisito Sándwich Montecristo, comienza precalentando la plancha.
Unta con mantequilla un lado de cada pieza de pan brioche y, en la mitad restante, unta mostaza criolla.
Coloca cuatro rebanadas de pan, con el lado untado de mostaza hacia arriba, y sobre cada una coloca una pieza de queso suizo.
Agrega dos rebanadas de salchicha capacola sobre el queso.
Coloca otra pieza de queso suizo encima de la salchicha.
Agrega nuevamente dos rebanadas de salchicha capacola sobre el queso.
Coloca una última pieza de queso suizo sobre la salchicha.
Cubre cada pila con las rebanadas restantes de pan, con el lado de la mostaza hacia abajo.
En un tazón, bate los huevos con la crema espesa y sazona la mezcla con sal y pimienta negra al gusto.
Sumerge cuidadosamente los sándwiches en esta mezcla de huevo y crema, asegurándote de que queden bien empapados.
Coloca los sándwiches en la plancha caliente y cocina de 2 a 3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y el queso se haya derretido completamente.
Corta los sándwiches por la mitad y sírvelos acompañados con cebollas amarillas fritas para un toque crujiente y sabor extra.