La salsa de cacahuate, más conocida en algunos países como salsa de maní, es una preparación tradicional que tiene sus raíces en diversas culturas culinarias de América Latina y Asia. En México, por ejemplo, esta salsa suele acompañar platillos típicos como el pollo o carnes a la parrilla, mientras que en países como Guatemala y El Salvador es común encontrar variaciones que incluyen ingredientes autóctonos y especias locales. En otros países latinoamericanos, como Colombia y Venezuela, también se utiliza el término salsa de maní para describir salsas similares que acompañan desde empanadas hasta platos de carne.
El origen de esta salsa se basa en el uso del cacahuate, un fruto seco cultivado desde tiempos precolombinos en Mesoamérica, que fue adoptado en la cocina popular por su sabor y versatilidad. A lo largo del tiempo, la salsa de cacahuate ha evolucionado incorporando influencias de otras cocinas, especialmente la asiática, que también dispone de numerosas variantes de salsas con maní, como la famosa salsa satay de Indonesia y Tailandia.
Además de su delicioso sabor, esta salsa es valorada por su textura cremosa y su capacidad para combinar tanto con platillos dulces como salados. A día de hoy, se puede encontrar bajo diferentes nombres en el continente latinoamericano, pero siempre con la esencia de un balance perfecto entre dulce, salado, ácido y un toque picante.